Mis tribulaciones con Hannibal Laguna
Oh, Dios mío, se casa la niña He decidido sobornar a mi hija Jimena con el oro y el moro, para que, llegado el momento, contraiga matrimonio en algún lugar muy remoto: en Burundi,...
Oh, Dios mío, se casa la niña He decidido sobornar a mi hija Jimena con el oro y el moro, para que, llegado el momento, contraiga matrimonio en algún lugar muy remoto: en Burundi,...